Los que me conocéis sabéis que los viajes no me sientan bien, en cada uno de ellos voy dejando un trozo de corazón.
Hace 15 días que he vuelto de Cerdeña, pero mi corazón no ha vuelto entero, un trocito se ha quedado enterrado en la arena de sus maravillosas playas, y en cada una de las personas que he conocido en este viaje, y que me han recordado lo mucho que se aprende siendo viajero y no turista.
Hasta hoy no he podido escribir sobre nuestro viaje a Cerdeña, la emoción aun me impide poner en palabras todo lo vivido estos días.
La amabilidad de sus gentes, el color de su mar, los distintos paisajes que en menos de dos horas de coche te puedes encontrar, el encanto del interior de la isla, la comida, el vermentino que a una integrista del vino tinto como yo le ha hecho reconciliarse con el vino blanco, Bonaria, Rita, Andrea, Manuela, Enrico, Nocciolina, los Nuraghi, Il Giardino, las mañanas de playa, las noches de tabaco e Ichnusa, la pizza al taglio, cala cipolla, nuestro coche maiale, la bresaola, la contrabbanda, el vino con melocotón, el encuentro con la popolazione, pinuccio, il messagero, el Capuchino, el Mana mana, la vista de Cagliari desde Via Roma, Il Castello, y por supuestisimo el mejor guía que una pareja de guiris pueda tener, Massimo ( gracias siempre Massimo por tu tiempo y ayuda, por tu alegría y tus esfuerzos al enseñarnos sardo).
Todo esto es una minima parte de todo lo vivido, lo mejor es que este viaje lo he disfrutado dos veces, durante el viaje, y cada vez que mi mente vuelve a pasear por Largo Felice o Via Giardini,, y en mis sueños me vuelvo a sentar en uno de los bancos del Giardino a charlar de lo divino y de lo humano.
Este post no estaría completo sin una mención al mejor piloto que cualquier viaje pueda tener, Manu, que desde que nos bajamos del avión en Elmas se convirtió en un sardo mas, seguro que el año que viene eres capaz hasta de improvisar con las launedas , gracias por estar ahí y por compartir conmigo los momentos de realismo mágico vividos,
tu cara ante los achuchones de la Sra Bonaria siempre me hace sonreír.
No creo que nadie pueda tener una celebración de los 30 mejor que la que tuviste en S.( como ves ya estoy plagiando a Sciacia)
Todavía tengo mucho que brasear con este viaje, seguro que dará para mas de un post y para mil y una conversaciones .
Por cierto, que Cerdeña es un lugar maravilloso es un secreto, no lo contéis.
3 comentarios:
Bueno bueno, yo quiero ver alguna foto del viaje eh? :-p
Me parece que voy a tener que poner Cerdeña en la lista de "posibles destinos".
Un besín!
gracias por pasarte por mi blog..
me han encantado tus entradas!! y el amor por tu familia..es contagioso (estoy deseando ver a mis padres!)
muchos besos!! espero verte más por aquí!!
Paula:
Eso, fotos, queremos fotos. Que yo no me pierdo esa cara de Manuel con los achuchones. :)
Un besazo,
Jorge
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